lunes, 17 de noviembre de 2008

124.- REPÚBLICA “RUBICONIANA”
Cuando llegaba la tarde y se desvanecía la luz, me refugiaba en el caluroso precipicio que recogía entre mis manos, como cada noche de aquel verano azul lluvioso del norte.
Esos momentos estivales en los que divagábamos sobre la revolución idealizada, adherida como chapa a la solapa; en pro de muchas, la soviética, la nicaragüense...; y sin remedio en -“pro de la protozoo”, comentaba jocosamente por la tardanza en que se venía la luna y el camarero nos recordaba -“pronto que hay que irse”.
Y en los rincones reservados para acicalar los confusos mecanismos (al menos las ideas al Sol) perdimos el juicio y casi la rebelión, - “porque las reflexiones de bar se producen para alentar el animo...” relataba Pedro, mientras de fondo golpeaban los últimos acordes de Brassens que acompañaba la tertulia canicular y terminamos sollozando esperando la última, por ser jueves que la noche era larga y cubana.

No hay comentarios: