martes, 25 de noviembre de 2008

194.- COMIENZO
Cuando por fin llegamos a la checa y me bajaron del coche a golpes, fue la luna llena y no el astro que daba nombre a la calle, la que con su luz mineral me convirtió de nuevo en hombre antes de atravesar la puerta del edificio bajo el que una vez me había enamorado y en el que ahora me esperaba la muerte. Me llevaron a un cuarto blanco y vacío, taparon mi rostro con una bolsa y escuché el chasquido del cargador insertándose en la empuñadora de una pistola. Después silencio hasta que una voz dulce y melancólica se alzó en la oscuridad:- Contesta traidor, ¿Qué es lo que más temes?-. Y yo, que para entonces ya pensaba como un muerto que piensa, contesté sin más : -Vivir.

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