lunes, 17 de noviembre de 2008

128.- CONVERSACIÓN INVISIBLE
Thérèse depositó la cerveza de media tarde sobre la mesa. Observándola medio vacía, afirmó: “Tienes razón. Toda la razón del mundo. Todos cambiamos. Tú eres un vivo ejemplo. ¡Perdona! No quería ofenderte. ¡Pero es la realidad! Por lo que a mi respecta, sabes perfectamente que vivo mis cambios intentando evitar cualquier trauma. De forma natural. Desde cuándo no oías que el yo no existe porque se rehace a si mismo.
Ya hace unos meses, eh. Tres y una semana para ser exactos. Querido, deben pensar que estoy loca. Mírame, aquí sentada bajo la lluvia en esta terraza abierta… Con mi paraguas y dos cervezas. ¡No me mires así! Ya sé que siempre nos gustó hacer cosas insólitas… ¡Pero las hacíamos juntos! Marcel, no quiero que sigas a mi lado. Tenemos que asumirlo. ¡Moriste en mayo!”

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