lunes, 24 de noviembre de 2008

132.- ROTA Y RASGADA.
Hoy es mi segundo día de trabajo y... ¡no tiene nada de bonito como había oído por ahí!
Me he mojado dos veces; me siento frágil y empapada. Además, tengo que dar malas noticias en mi destino: Calle Sol, número 12.
No se leer y alguien me dirá que son solo palabras, pero... ¡se lo que llevo en mi escrito! y ¡no es algo bueno!
“Querida Anna, hoy es el día en que, por primera vez, no tengo valor para decirte algo mirando esos ojos…
He visto el infinito y el fin.
No te quiero, no te quise y nunca te he querido".
¡Acabaré rota y rasgada!
¡Ojalá supiera leer y escribir y cambiar palabras tan duras!...; porque aunque, joven e inmadura, algo de lo poco que he aprendido en mi corta vida es que, muchas veces, las cosas más importantes están en las lágrimas.

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