martes, 25 de noviembre de 2008

189.- HOMENAJE
Todo en su vida fue un exceso. Sus gafas de pasta negra, su vestimenta negra, su mirada negra. Había de ser como fue. Cayó una noche sin luna, a la bahía, a las aguas negras. Lo buscaron por dos días hasta que encontraron su cadáver inconfundible flotando entre la basura náutica, hinchado y reconocible. Pero él se fue como quiso. Y nos dejo a todos atónitos, sonámbulos en las noches lluviosas, con las miradas perdidas en el fondo de nuestras copas...pensando que en cualquier instante abriría la puerta con mano cansina, espalda cargada, voz lenta. Sólo en algunos fugaces momentos, tal vez ayudado por la noche cómplice y algún amigo pasajero, lo vimos sonreír. Era distinto. Inspiraba temor. Llevaba una carga invisible que lo aplastaba. Y aquel día se dejó aplastar. Talvez fuera su destino… pero me hubiera gustado, cualquier maldito día, antes de su partida, ofrecerle un cigarro.

No hay comentarios: