domingo, 16 de noviembre de 2008

34.- SUENA UNA CORTINA DE AGUA.
La tormenta es una canción monótona y relajante. Huele a frio y a invierno. Gota a gota. A veces pausada y a veces furiosa. Resbala incesante y juguetona sobre cuerpos que corren, sobre coches y tejados, sobre paraguas de colores. Los más inocentes, los niños, disfrutan del remojón y los charcos. Cuando yo era uno de ellos, mi madre me conto que mágicamente al tocar la tierra la lluvia se convierte en rio para limpiar la ciudad y poder arrastrar con ella impurezas y recuerdos dolorosos. Por eso hoy la he traído aquí, a esta terraza. Juntos dejamos que el agua purifique nuestro alma. Dejamos que una caña nos alegre el corazón. Esperamos pacientes a que el sol gane la batalla y haga que esta calle con millar de perlas liquidas, brille y renazca en todo su esplendor.

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