domingo, 16 de noviembre de 2008

30.- UN MINUTO DE VIDA
Esta es la historia de un hombre que creía no ser buen pescador porque le daba pena pescar.
Se pasaba las noches navegando en su barco a la luz de la luna contemplando el mar en calma.
Un día zarpó al amanecer, para viajar en barco por el mundo, hacer su sueño realidad y dejar de ser pescador, porque un minuto de su vida le sirvió para ver el camino que realmente quería seguir.
Se dio cuenta que solo se vive una vez y dedicó cada día de su vida a conocer lugares que no había visto antes y culturas de otros países.
El tiempo no espera por nadie; decía que antes de irse de este mundo quería ver como las olas chocan contra las rocas, y que podría pasarse las horas viendo el esplendido paisaje de la bahía de Santander y vivó cada minuto como si fuera el último.

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