domingo, 16 de noviembre de 2008

36.- LA LUZ.
La luz de la calle del sol es siempre la de una bombilla ambarina, endeble, a punto de fundirse, y a pesar de ello no habrá calle en esta ciudad costera donde los rostros sean más claros.
Bajo las bombillas del sol se cometen aciertos y fallos, por acción u omisión, atenuados por la ebriedad o exaltados por la misma. Y todos buscan ese momento que cambie su vida, o esa charla que alumbre un poco más la misma.
Un año, en navidades, colgaron cientos de bombillas con navideños motivos de zambombas luminosas, y todo el mundo pensaba en coitos interminables y enérgicos: En Nochevieja follamos como leones y leonas; Otro año el motivo eran los camellos, y en enero los reyes trajeron a todos grandes fichas de costo…
Todo el día quejándonos del consistorio para no acertar a saber que siempre fueron los aliados de nuestros sueños.

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