Se despierta segundos antes de que suene el despertador y lo apaga, evitando que lo haga. Ya no necesita programar el viejo reloj, pues el suyo, más viejo aún, al no tener como motor un par de pilas, sino el miedo, funciona con la antelación de quien vive huyendo.
Se incorpora haciendo el menor ruido posible, se viste con la ropa escogida 10 horas antes, sin preocuparse del tiempo que hace ahora fuera,agarra su bolso y se marcha.
Tras horas de trabajo tranquilo vuelve a casa. Pasa por delante de un grupo de mesas y sillas perfectamente ordenadas y suspira. Al llegar a su piso el torbellino se desata. Nada más abrir la puerta se encuentra con su rostro desencajado y el caos estalla. Ella recuerda las mesasy sillas.
Una vez que todo ha terminado, se dice que al día siguiente lo denunciará. Al día siguiente, lo hace.
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