domingo, 16 de noviembre de 2008

46.- CICLO SOLAR
Nunca podré olvidar la luz que sin pedir me regalaste. Anocheciendo, entraba en tu calle por el lado Oeste, para no volver a salir del ático hasta el alba, cruzando la iglesia, siempre hacia el Este. Una madrugada sonámbula, en pijama bajamos al bar, y con seis mojitos junto al piano, rubricamos nuestro amor eterno. Justo un año después de encontrarte llegó el eclipse, ningún cobarde telediario quiso pronosticarlo.Cuernos, suicidio, jamás me creí los chismes de la galaxia. Aterrada desapareciste, temías marearte en la segunda vuelta del tiovivo, obligada a ser bombilla otra vez del mismo planeta. Me consuelo pensando que todavía nos quedan otras veintiocho noches, nuevas y llenas de locura, con pasión creciente, menguantes de toda amargura. Será fácil buscarte, tu linda palidez perforará el mar de cualquier ciudad costera. Espérame un 24 de Junio, pero esta vez en la calle de la Luna.

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