70.- RE-ENCUENTRO
…y volver a tomar zumo de tomate preparado con tiempo y cariño en el bar de siempre, compartiendo un bol metálico de palomitas con pimienta. Aquí una quedada simple puede convertirse en una mesa repleta de conversaciones diversas, como las edades y aficiones de los presentes:
Mi cita, quien niega al que fue mi único novio, su actual compañera, un navegante, mi tripulante, el ex-entrenador de ambos, su hermana, el hermano de mi madre, su mujer, un hijo, la novia de éste, el amigo Fran, otro estudiante, una doctora (o puede que dos), el tío de mi primo, el sobrino de un fotógrafo (o el de un librero), la sobrinísima, otro fotógrafo, su cuñao, mi maestro, un Virgo, una amiga, Harry Potter, la Gatina y yo aquella tarde sumábamos nueve.
…y volver a tomar zumo de tomate preparado con tiempo y cariño en el bar de siempre, compartiendo un bol metálico de palomitas con pimienta. Aquí una quedada simple puede convertirse en una mesa repleta de conversaciones diversas, como las edades y aficiones de los presentes:
Mi cita, quien niega al que fue mi único novio, su actual compañera, un navegante, mi tripulante, el ex-entrenador de ambos, su hermana, el hermano de mi madre, su mujer, un hijo, la novia de éste, el amigo Fran, otro estudiante, una doctora (o puede que dos), el tío de mi primo, el sobrino de un fotógrafo (o el de un librero), la sobrinísima, otro fotógrafo, su cuñao, mi maestro, un Virgo, una amiga, Harry Potter, la Gatina y yo aquella tarde sumábamos nueve.
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